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martes, 1 de marzo de 2011

GUARDERIA e INFECCIONES RECURRENTES

Los niños que van a la guardería tienen más infecciones durante los primeros años y menos cuando van al colegio

Buñuel Álvarez JC, González Rodríguez MP. Los niños que van a la guardería tienen más infecciones durante los primeros años y menos cuando van al colegio. Evid Pediatr. 2011;7:8

La asistencia a guardería es utilizada por el 20,7% de la población  de España. Estos niños tienen mayor incidencia de infecciones, especialmente otitis media. Hasta la fecha solo existía un estudio que relacionara la asistencia precoz con una menor incidencia de resfriado común en edades posteriores (etapa escolar). La realización de un estudio a largo plazo que valorase la repercusión de la guardería sobre otras infecciones (gastroenteritis, otitis media, Infecciones Respiratorias Febriles) era pertinente.
La medición  principal se realizó mediante encuesta realizada a las madres y no mediante diagnóstico médico realizado en consulta. Por ello, diagnósticos como el de Otitis Media no dejan entrever su gravedad, es decir, si precisaron tratamiento o bien fueron otitis serosas en el curso de una infección respiratoria. En el caso de la Infección Respiratoria Febril, no se estableció diferencia entre infección de vías altas o bajas.  Sorprende, asimismo, que no se haya realizado un análisis diferenciado de exposiciones a guardería más precoces (durante los primeros meses de vida). Por todo ello, los resultados de este estudio han de interpretarse con cautela.
Importancia clínica: en niños que van precozmente a Guarderías, la frecuencia de Infecciones Respiratorias Febriles aumentan un 61% entre los 1,5 y los 2,5 años (sobre una frecuencia media de 0,6 episodios por niño durante tres meses) y disminuye un 21% entre los cinco y los ocho años. Este hecho tendría más importancia si se tratase de infecciones de vías bajas (bronquitis o neumonía), lo que no se describe. En Otitis Media los resultados son similares, con un aumento de la frecuencia del 62% en los primeros años (frecuencia media 0,3 episodios) y una disminución de un 43% en el periodo escolar.
Se ha de tener en cuenta que los niños del grupo de comparación fueron cuidados en su domicilio hasta la entrada en el colegio, por lo que es lógico que su tasa de infecciones durante el primer año de escolarización fuera mayor que la de los que llevaban varios años escolarizados.
Ball y col. encontraron una tendencia similar para el resfriado común. Estos datos sugieren que las diferencias encontradas parecen deberse más a un aumento de infecciones en los primeros meses de escolarización que a un efecto protector achacable a la asistencia precoz a la guardería. Aplicabilidad en la práctica clínica: de este estudio no se debe deducir que la asistencia a guardería “proteja” de futuras infecciones durante la edad escolar, sino que la exposición previa conlleva una menor tasa relativa de infección en edades posteriores en comparación con los que inician la escolarización tardíamente. El inicio precoz de la escolarización se asocia con un aumento de las infecciones, sobre todo en niños que acuden a Guarderías. Si esta se retrasa a la edad escolar, las infecciones aparecerán en este periodo. Las enfermedades descritas son en general autolimitadas, aunque en determinados grupos, como lactantes muy pequeños, con antecedentes de prematuridad o con enfermedades crónicas, podrían tener peores consecuencias, tanto para la salud como en cuanto a los costes económicos directos e indirectos. Por todo ello, la decisión de llevar a un niño a la guardería debe individualizarse en función de los antecedentes del niño, del tipo de cuidados que recibirá en la misma, y de los recursos familiares.
Conflicto de intereses de los autores del comentario: no existe

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